Empezamos con dos ideas: “Los Articultores” inspirada en un artículo de La Nación, y “Las gratiferias”. De entrada nos decantamos por la primera; ya que la segunda, si bien muy interesante desde una perspectiva de ciencia social, nos pareció poco interesante en nuestro caso: o bien requeriría una investigación mucho mas profunda y seria de la que podríamos llevar a cabo en el tiempo de decisión con el que contamos o bien quedaría reducida a una nota periodística.

Siguiendo con la idea inicial, la de los Articultores, pensamos que sería interesante como punto de partida para hablar de la ciudad, de como el gris te come y surge una cierta oposición del ser humano que se manifiesta como rebeldía, similar a lo que ocurre en el arte callejero. Nos pareció interesante como manifestación local de un movimiento mundial que se hace llamar “Guerrillas de jardín”: un movimiento que, básicamente, plantea la utilización de lugares públicos para llenarlos de verde. Sin embargo, al investigar mas a fondo, nos dimos cuenta de que la representación local del movimiento (Los Articultores) no era tan parecida al movimiento original; si bien podría llegar a ser igual de interesante, plantea problemáticas mas relacionadas con el hambre, lo social, que con la opresión de la ciudad en sí misma y por su propio crecimiento -critica mas al capitalismo que a la ciudad en sí misma-, y tampoco tenía esa cualidad de rebeldía del movimiento mundial, pues siempre que actuaban buscaban el consentimiento de autoridades y propietarios. En fin, si bien el movimiento es interesante, cabría plantearse si lo que nos interesa es abordar la cuestión sociopolítica del movimiento local y relacionarlo con la ciudad; tomar como punto de partida los motivos que lleven a las diferencias en el ámbito local con respecto al internacional o abandonar al grupo como objeto de investigación y centrarnos en otro que plantee la problemática inicial. Tampoco nos resultó sencillo conectar con el grupo en cuestión, pues los contactos que teníamos con el mismo no respondieron a nuestras llamadas.