Hoy fuimos a la cárcel de Ezeiza por primera vez. Luego de enterarnos
que el permiso fue tramitado para esta penitenciaría y no la de Devoto,
como habíamos planeado, nos confundió bastante con respecto a la idea
general del documental ya que no sabíamos qué había ni que nos iríamos a
encontrar ahí. Esta es la conclusión grupal sobre la experiencia que
tuvimos el día de hoy y con respecto al documental:
Ninguna
cámara, ningún mic, ningún tacho.. solo palabras y sentimientos fue la
jornada del día de hoy para el documental. Por un tema legal las cámaras
(solo por el día de hoy) no pudieron acceder, pero ya para las próximas
visitas vendrán con nosotros. Hoy, la tarea del grupo fue ir al penal
de Ezeiza para realizar un Scouting del lugar, reconocer las
instalaciones, concretar ideas de planos, conocer a nuestros futuros actores sociales, comprender si nuestro documental era viable.
Como personas del “exterior” fuimos con nuestros interrogantes, como
serán estas personas, (nos raptarán? Nah) y realmente los cinco salimos
maravillados, un lugar donde se crea un futuro para estas personas a
través del estudio, el respeto y la perseverancia. Sus historias, cada
uno de ellos tiene una vida que nos conmovió (como alguno dijo, “todos
ahí dicen que no tuvieron nada que ver con el crimen que se los acusa”..
pero va mas allá de eso) y nos vimos envueltos en una realidad que nos
superó. Hay varios que realmente tienen ganas de vivir, y lo logran a
través de los estudios. Acá vendría la pregunta “sí, pero hasta ahora su
documental me lo imagino solo con entrevistas?” y nosotros podemos
responder, si y no. No, porque el lugar se presta para ser filmado,
podemos mostrar las acciones que llevan dentro del centro de educación y
sus lugares aledaños, como estos hombres conllevan el día a día para
revalorizar su capacidad intelectual y por ende mejorar en su vida
diaria. Y también esta el “Sí”, tendríamos muchas entrevistas, y
consideramos que las cosas que ellos nos cuentan son absolutamente de
importancia.. un ejemplo de lo de hoy es que Carlos, un interno que
lleva casi 8 años preso, nunca había estudiado, y en el Penal,
actualmente esta cursando el CBC para derecho y el nos contaba que
charla con su hijo y hacen la tarea juntos por teléfono. Antes de
estudiar, el se sentía impotente a la situación de no comprender lo que
el hijo le preguntaba acerca de las tareas del colegio, y hoy con sus
estudios siente el orgullo y placer de poder brindarle una mano.
Otro caso es el de Ramón, un hombre que se rehusaba a estudiar, pero con
el tiempo comprendió que como persona, gracias a estos, supo afrontar
la vida y sus miedos, logrando sus “objetivos”. (Cosa que abordaremos bien más adelante, ya que nos parece importante; los internos tienen que cumplir una serie de objetivos para tener buena reputación y que tal vez se les acorte la condena)
Con estas simples
palabras no se termina de cerrar las experiencias que vivimos hoy, pero
si podemos confirmar que el documental acerca de la educación en la
cárcel se convirtió en un proyecto realizable y que con placer lo vamos a
concretar.
Tuvimos la suerte de poder hablar con muchos internos, con profesores y gente de seguridad del módulo 1 (que fue donde estuvimos todo el día). Todos estaban muy bien predispuestos, sobre todo los alumnos. El tema fue que vamos a seguir viendo hasta que punto nos sirve la estética planteada con respecto al CUD. Ya que este es un lugar totalmente diferente, y no sabemos hasta que punto los actores sociales elegidos pueden ser bien retratados a partir de los tamaños de plano, y referencias que habíamos mencionado. Nuestra próxima tarea es modificar, o no, esto e ir a filmar. Pero tenemos la certeza de que hay mucho material para registrar.
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Cárcel de Ezeiza - Vista aérea |
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